Curso Introductorio al Procesamiento de Datos
Es difícil definir lo que es exactamente la tecnología. En
principio el término se refiere literalmente al estudio de la técnica, esto es,
a todos los conocimientos teóricos o prácticos que envuelven a las disciplinas
científicas. Según esta definición, para que algo sea una tecnología como tal,
debe tener un uso en un determinado campo. En el momento en que deje de usarse,
dejaría de ser tecnología. Como eso es bastante difícil de catalogar, solemos
hablar de tecnologías en desuso u obsoletas. No hace falta irnos a la época de
la invención del fuego para ver tecnologías que han sido reemplazadas por
otras: lo que para nuestros abuelos era tecnología para nuestra generación
puede ser un anacronismo sin utilidad práctica. Existe otro concepto muy usado
en la actualidad como son las nuevas tecnologías, que comprenden varios
campos de reciente creación como la informática, las telecomunicaciones…
De todos modos en la sociedad moderna conviven tecnologías tan antiguas como la
rueda con las más nuevas.
La importancia de la tecnología va ligada casi siempre a los usos prácticos que tenga. De hecho, una tecnología muy costosa, o muy complicada, no suele triunfar, porque su implantación es muy complicada. Es por eso que a veces tecnologías que parecen rudimentarias triunfan sobre otras mucho más ‘modernas’. Sea como sea, la tecnología suele estar en continuo avance, siendo en general el desarrollo práctico de nuevas ideas concebidas por las disciplinas científicas, y por tanto, va muy ligada al concepto de innovación.
En la vida de la sociedad moderna, la tecnología es algo
indispensable. De hecho, la mayor parte
de los esfuerzos científicos se centran en la creación de nuevas tecnologías que cubran las necesidades de la sociedad y consigan elevar el nivel de bienestar. Eso sobre el papel, porque no siempre la tecnología se usa con el fin previsto ni se diseña para mejorar la vida humana (existen excepciones importantes, como las tecnologías bélicas), pero siempre una tecnología cubre una necesidad. Sin necesidad no es precisa la tecnología, y por tanto, no será usada.
de los esfuerzos científicos se centran en la creación de nuevas tecnologías que cubran las necesidades de la sociedad y consigan elevar el nivel de bienestar. Eso sobre el papel, porque no siempre la tecnología se usa con el fin previsto ni se diseña para mejorar la vida humana (existen excepciones importantes, como las tecnologías bélicas), pero siempre una tecnología cubre una necesidad. Sin necesidad no es precisa la tecnología, y por tanto, no será usada.
Ligado a las grandes necesidades de la humanidad, siempre han
aparecido tecnologías de gran importancia. Para la necesidad de comunicación humana
surgieron el teléfono, la televisión, la radio, internet… Con las
necesidades de salud, han surgido avances en cirugía, medicina general,
análisis clínicos… Con las necesidades económicas han surgido nuevas
tecnologías industriales, tecnologías de procesos, de extracción. Y así
podríamos seguir hasta el infinito, porque no existe ningún ámbito en el que la
tecnología no esté presente: sea en el económico, industrial, social, político,
científico, legislativo, educativo… etc., en cuanto permite una mejora del
resultado final o una simplificación de los procesos intermedios. Muy asociado
a esto se halla el concepto de BAT (Best Avaliable Technology), o mejor
tecnología disponible, en español. En este término se basan muchos de los
conceptos modernos de la ecología y la sostenibilidad, mediante la mejora
continua de las tecnologías usadas en la industria para evitar la
contaminación.
Este término anterior ha cambiado en los últimos años el
antiguo concepto de tecnología como incrementadora del rendimiento final. Antes
las nuevas técnicas buscaban directamente el mayor beneficio posible, sobre
todo por ser desarrolladas en el 99% de los casos por y para empresas que
buscaban un rendimiento económico. Los grandes problemas posteriores a la revolución
industrial, incluyendo no sólo los sociales, sino los medioambientales, son un
claro ejemplo de lo erróneo de ese planteamiento. Hoy en día se intenta no sólo
incrementar la producción, sino que las nuevas tecnologías cuiden otros
aspectos, como el social, el bienestar de los propios trabajadores o el
beneficio ambiental.
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